Columna de Opinión escrita por Cesar Cáceres, docente del Programa Vivencial en Recursos Humanos. Publicada en el Diario El Comercio, el 28 de agosto del 2017. ¿Qué consideraciones debe tomar uno cuando se le presenta la oportunidad de laborar en el extranjero? El apoyo a la familia debe ser básico. Para decidir el movimiento que implique […]
Por Posgrado y Extensión. 29 agosto, 2017.Columna de Opinión escrita por Cesar Cáceres, docente del Programa Vivencial en Recursos Humanos. Publicada en el Diario El Comercio, el 28 de agosto del 2017.
¿Qué consideraciones debe tomar uno cuando se le presenta la oportunidad de laborar en el extranjero? El apoyo a la familia debe ser básico.
Para decidir el movimiento que implique traspasar fronteras, es aconsejable tener en cuenta aspectos como si se tendrá acceso a orientación laboral para el cónyuge en el país de expatriación, búsqueda y asesoramiento de ofertas de empleo, búsqueda y asesoramiento de proyectos de voluntariado. También asesoramiento y cobertura jurídica, civil, penal y fiscal del empleado y su familia. Asistencia médica para toda la familia.
Si se trata de un cambio de país en la misma organización, es importante evaluar si se contará con ayuda económica para la mudanza, bolsa de dinero para imprevistos. Así como acceso a una tarifa corporativa para servicio de traducción de cuestiones de ámbito personal.
También son importantes las ayudas económicas para estudios de los hijos mayores de 18 y menores de 26 que no se desplacen junto con el trabajador, la búsqueda de colegios para hijos menores, la cobertura de gastos de empleado y acompañante por visita de reconocimiento al país de destino por traslado.
Ya establecidos en el destino, se contará con coche de empresa, formación en el idioma para la familia, herramientas tecnológicas para uso familiar.
Y no está de más contemplar algunas contingencias, como ampliación del pago del desplazamiento por permiso de paternidad, por matrimonio de hijo, hermano y/o padres, por nacimiento de nieto, en caso de enfermedad grave, hospitalización o fallecimiento del cónyuge, ascendentes o descendentes si no se contempla en el convenio.
Cuando desplazas a una persona, le acompañan todas sus circunstancias. Por interesante que sea desde la perspectiva profesional, siempre existirá el contrapunto familiar.
Ignorar esta realidad es actuar de forma arriesgada e implicará más trabajo para la dirección de RR.HH. Es un trabajo necesario para la rentabilidad futura.
Para llevar a cabo una expatriación, debe conocerse bien al profesional sin desatender a su parte personal y situación familiar, sus aficiones, sus metas, sus preocupaciones. Quizá no se pueda resolver todo; pero, hay que ser transparente y dejarle saber que la empresa está ahí e intentará ayudar.